El pacto inicial le permitirá asegurar 670 megavatios limpios provenientes de las plantas Holtwood y Safe Harbor en Pennsylvania, con la posibilidad de expandir esta capacidad hasta 3 gigavatios en el mediano plazo.
La relevancia de Brookfield radica en su rol central como dueño y operador de las instalaciones hidroeléctricas. Esta asociación no solo garantiza un suministro estable de energía 24/7, sino que también incluye inversiones para modernizar y relicenciar dos plantas centenarias, reforzando su disposición de cara al futuro. Connor Teskey, presidente de Brookfield Asset Management, destacó que “este acuerdo demuestra el papel crítico que la hidroenergía puede desempeñar ayudando a clientes de gran escala a cumplir sus metas energéticas”.
Este pacto es un paso fundamental en la estrategia de Google de alcanzar la neutralidad de carbono en todas sus operaciones para 2030, además de asegurar energía firme que respalde su infraestructura de inteligencia artificial y servicios en la nube. La compañía también está explorando otras fuentes de energía infalibles, como geotermia, nuclear avanzada y pequeñas centrales modulares (SMR).
Además, Google invertirá otros 25 mil millones de dólares en nuevos centros de datos ubicados en Pennsylvania, Nueva Jersey y Maryland durante los próximos dos años.
Este movimiento marca un viraje hacia las “energías firmes”, que no dependen de las condiciones climáticas, a diferencia de la solar o eólica. La hidroeléctrica, por su estabilidad, ofrece un complemento esencial en entornos donde la demanda no se apaga jamás, como los centros de procesamiento de IA.
Asimismo, el relanzamiento de las plantas incluye mejoras ambientales, como optimización de turbinas, mejoramientos en la circulación del agua y evaluación del impacto ecológico local.
Google también trabaja junto al operador de la red PJM Interconnection para aplicar inteligencia artificial en la agilización de la integración de nuevas fuentes al sistema, una respuesta a la creciente presión sobre la red eléctrica por la explosión de la demanda de electricidad.
El acuerdo Brookfield–Google se erige así como un modelo a seguir en el cruce entre tecnología, inversión industrial y sostenibilidad, con Brookfield en el rol clave de facilitador de energía limpia y duradera.
Fuentes: Goldman Sachs Bloomberg Law