Si bien las fallas ocasionales son esperables en sistemas de este tipo, el aumento reciente en respuestas incompletas, confusas o directamente incorrectas ha encendido alertas en la comunidad tecnológica y entre sus millones de usuarios diarios.
Desde respuestas que se cortan a mitad de una oración, errores de lógica o repeticiones innecesarias, hasta fallas para interpretar instrucciones simples, el desempeño de ChatGPT parece haberse visto afectado de forma intermitente, especialmente en tareas más complejas o en el uso prolongado de sesiones.
OpenAI, la empresa desarrolladora del sistema, no ha emitido hasta el momento un comunicado oficial al respecto, aunque foros especializados, redes sociales y sitios de monitoreo como Reddit y Hacker News reflejan un patrón creciente de errores desde mediados de junio.
Según expertos en IA, este tipo de inconsistencias pueden deberse a varias causas posibles:
Cambios recientes en el modelo o ajustes de seguridad.
Sobrecarga en los servidores ante un crecimiento repentino de usuarios.
Actualizaciones parciales o pruebas A/B internas realizadas por OpenAI.
Limitaciones en la memoria contextual del modelo en conversaciones largas.
En entornos educativos, periodísticos y empresariales donde se usa ChatGPT como asistente de apoyo, la caída en la precisión genera preocupación, especialmente cuando se espera fiabilidad y coherencia en las respuestas.
Si bien la herramienta sigue siendo una de las más avanzadas del mundo en procesamiento de lenguaje natural, estos episodios destacan la necesidad de utilizarla con pensamiento crítico, contrastando fuentes y no delegando completamente en la IA decisiones sensibles o tareas que requieran máxima precisión.
La inteligencia artificial avanza rápido, pero sigue siendo una tecnología en construcción. Como cualquier software, requiere mantenimiento, revisión constante y comunicación clara con los usuarios frente a fallas o cambios importantes en su funcionamiento.